Caí sin querer y el verde quedo debajo, y el cielo arriba.
Me vi tan insignificante, tan pequeño. Todo se diluyó.
Cuando pude levantarme, todo había cambiado.
Ya no escribo desde el dolor, simplemente escribo.
Caí sin querer y el verde quedo debajo, y el cielo arriba.
Me vi tan insignificante, tan pequeño. Todo se diluyó.
Cuando pude levantarme, todo había cambiado.
Ya no escribo desde el dolor, simplemente escribo.
Los amigos que navegan nuevas adicciones se encuentran lejos. En una misma mesa larga.
Casi no los puedo escuchar, y el fuego por estos lados sigue sin prender.
25/10/15