A la afirmación de que escribir libera demonios me veo obligado a hacerle éste incómodo pensamiento/pregunta:
¿No será que en vez de liberarlos los termina afianzando, incluso más profundo que antes?
A la afirmación de que escribir libera demonios me veo obligado a hacerle éste incómodo pensamiento/pregunta:
¿No será que en vez de liberarlos los termina afianzando, incluso más profundo que antes?
Temo quedar atrapado en alguna de las millones de historias que invento día a
día.
Prisionero en mí propia mente, el peor de los castigos.
Justo a mí.
Yo, que me pensé libre para obrar a gusto.
Yo, que tiraba de la imaginaria cuerda convencido de que era imaginaria.
Yo, que ya no soy yo…que soy una de mis historias.
Evité las zonas frías de la cama y moví muy poco los pies esta noche. Las sábanas están congeladas y son crueles en esta época. No barrí hojas hoy porque me gusta el colchón dorado que se despliega, ni qué decir lo lindo que es caminar sobre ellas, tan crujientes. Esta semana no sentí el ruido de hojas secas pues nadie vino por casa. No me hace falta tener timbre, el otoño anuncia llegadas, a veces. Cada tanto me escapo a la montaña, me está empezando a gustar el frío allá. Tanto abrigo abrazándome el cuerpo se siente bien, el sol se vuelve más preciado, ansiado…amado. ¿Viste que en verano lo esquivamos mucho?, cuando hace frío lo es todo. Lluvia áurea hace más lindas a las personas… Caminé por las piedras y sólo vi animales, nada de gente, un lindo bosquecito que te daba ganas de escribir un cuento de terror. Se hizo de noche, el frío trepidante me subía por las leggings. Volví por el mismo camino, las mismas piedras, pero ahora estaban pardas. No más dorado de sol, sólo luces de los postes, heladas como niebla caían y enmarcaban la escena. Me perdí en las sábanas frías otra vez. Mi perra me mira mientras escribo y me ruega que la mencione, porque sin ella este ser está incompleto y este relato aún más.
Palabras
Palabras
Palabras.
Todas fluyen de modo urgente y todas quieren decir algo…
Todas quieren decir algo? ¿No es muy osado afirmar que todas mis palabras quieren decir algo?.
Frenética conversación conmigo mismo, salen al mismo tiempo:
Reflexiones, preguntas, respuestas, revelaciones, dudas, todo es tan desprolijo y confuso que las respuestas vuelven a ser preguntas y así de esta forma se me pasa toda la mañana.
Soy un cuerpo, un ente inmóvil, que sólo recibe pensamientos, ese es el proceso. Me siento abrumado, intranquilo por todo, entonces me pongo a escribir.